Peleando con las sombras de tu cabeza, reviviendo el mismo viejo momento sabiendo que en cambio sería mejor si tan sólo pudieras decir lo que necesitas decir.
No tengas miedo de ceder, no tengas miedo de envejecer. Será mejor que sepas que al final es mejor decir mucho que nunca poder decir otra vez lo que necesitas decir. Aún si tus manos están temblando y tu fe se ha quebrado, aún mientras los ojos se estén cerrando, hazlo con el corazón bien abierto ¿Por qué? Di lo que necesites decir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario